VIH en el Perú: Cifras Estables, Avances en Diagnóstico y el Peligro de la Desinformación
La infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) continúa siendo un problema de salud pública, pero los datos actuales en el Perú no indican un escenario de epidemia. Durante el 2024 se reportaron 8,053 nuevos diagnósticos, una cifra que se mantiene dentro del promedio observado en los últimos cinco años. Este aparente incremento responde, principalmente, a la mejora en las estrategias de detección y no a una expansión acelerada del virus.
La información errónea difundida recientemente en redes sociales, que alerta sobre una supuesta “pandemia” de VIH en América Latina, ha sido desmentida por organismos internacionales como UNAIDS. Estas afirmaciones parten de interpretaciones equivocadas de datos sobre sostenibilidad financiera y no sobre tasas de transmisión o mortalidad.
Perfil clínico y diagnóstico
La mayoría de los nuevos casos reportados en Perú corresponde a varones (77.3 %), con una razón hombre/mujer de 3.4. El grupo etario más afectado se encuentra entre los 20 y 29 años, y los casos se concentran en áreas urbanas como Lima, Callao, Loreto y Ucayali.
Los principales mecanismos de transmisión siguen siendo las relaciones sexuales sin protección, sobre todo en poblaciones clave como hombres que tienen sexo con hombres, personas con múltiples parejas sexuales y trabajadores sexuales. El diagnóstico se realiza mediante pruebas rápidas y confirmatorias, disponibles tanto en el sector público como privado. Estos exámenes permiten detectar el virus en etapas tempranas, lo cual es clave para iniciar tratamiento oportuno y prevenir la progresión de la enfermedad.
“El VIH en Perú siempre ha estado focalizado en ciertos grupos de riesgo. No hablamos de una expansión masiva, sino de una condición que se mantiene relativamente controlada”, precisa el Dr. Óscar Malpartida Tabuchi, especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica Anglo Americana.
Manejo clínico y tratamiento
Con el acceso al tratamiento antirretroviral gratuito en el sistema de salud pública y de forma privada, los pacientes pueden llevar una vida completamente normal. Las terapias actuales permiten alcanzar una carga viral indetectable, lo que además evita la transmisión del virus.
“Hoy, una persona con VIH en tratamiento tiene la misma esperanza de vida que alguien sin el virus. Si su carga viral es indetectable, no transmite el VIH”, enfatiza el Dr. Malpartida Tabuchi. El manejo integral también incluye evaluaciones clínicas regulares, control de infecciones oportunistas y consejería continua.
Prevención y recomendaciones
Para reducir el riesgo de infección y controlar el avance del virus, es fundamental:
- Usar preservativo en toda relación sexual.
- Realizarse pruebas de VIH periódicamente, especialmente si se tienen prácticas de riesgo.
- Acceder a la profilaxis pre y post exposición (PrEP y PEP) en situaciones específicas.
- Evitar la automedicación y acudir a centros de salud ante síntomas persistentes.
- Combatir el estigma social, que continúa siendo una de las principales barreras para el diagnóstico y tratamiento.
“Lo preocupante ahora es la desinformación, que puede causar más daño que el propio virus si genera miedo injustificado o estigmatización”, advierte el Dr. Malpartida Tabuchi.
El VIH es una enfermedad crónica controlable. A través del diagnóstico oportuno, el acceso universal al tratamiento y la información verificada, es posible garantizar una vida plena para las personas que viven con el virus y, al mismo tiempo, evitar nuevas infecciones.
Este artículo fue redactado el 23 de abril del 2025.


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