¿Cómo prevenir las infecciones respiratorias y contagios en invierno?
Los seres humanos vivimos compartiendo ambientes con otros seres vivos microscópicos como virus, bacterias, hongos y parásitos, los cuales interactúan, e inclusive, viven en simbiosis en nuestras superficies corporales. Las enfermedades causadas por estos agentes se dan por una serie de circunstancias y desequilibrios relacionados a los daños de la integridad de nuestras superficies corporales, fallas de nuestra inmunidad y desgaste de nuestros órganos. Sin embargo, algunas infecciones tienen comportamiento estacional, vale decir, ocurren en primavera, verano, otoño e invierno y están relacionadas a una mayor facilidad de transmisión asociada al frío o calor, patrones culturales del ser humano, de migración de animales, entre otros. Hoy revisaremos algunos aspectos relacionados a las infecciones que ocurren en invierno.
¿Cuáles son las infecciones más comunes durante el invierno?
Estadísticas de diferentes países, muestran que en invierno hay un incremento notable en las infecciones de vías respiratorias, especialmente en resfriados, laringitis, traqueítis, bronquitis, otitis y sinusitis, estos demandan mucha atención en los consultorios médicos. La neumonía, es probablemente la enfermedad de mayor riesgo, parte de los afectados se puede atender en sus casas, pero otra necesitará una hospitalización porque requieren tratamiento con antibióticos, oxígeno o soporte en unidades complejas.
La flora de nuestras mucosas (nariz, garganta) está colonizada por bacterias y entre ellas la más común es el neumococo que causa entre 40 a 60% de las neumonías. Los virus respiratorios como el del resfrío, influenza, parainfluenza o el virus sincitial respiratorio, generan enfermedad en nuestro sistema respiratorio con procesos como los ya mencionados, pero secundariamente también pueden debilitar nuestro sistema inmunológico, lo que, asociado a la inflamación y daño de las mucosas respiratorias, favorecen el crecimiento y selección de bacterias, más patógenas, agresivas e invasivas. Sumen a esto que, la temperatura baja hace que los vasos sanguíneos se cierren para perder menos calor (vasoconstricción), lo que conlleva a que la circulación de nuestras defensas sea más lenta para la detección y destrucción de los gérmenes, disminuyendo así la eficiencia de nuestra respuesta inmune. La combinación de todos estos factores es muy negativa, porque origina enfermedades respiratorias muy severas con alto riesgo de daño y mortalidad. Ejemplo de esto han sido los eventos observados durante las pandemias de COVID-19 e Influenza.
¿Por qué hay más infecciones en esta época?
Las enfermedades tienen relación con los cambios de temperatura marcados en ciertas épocas del año. Una de las más duras es el invierno, donde la temperatura en muchos lugares baja de manera drástica, haciendo que los seres vivos traten de conservar el calor con herramientas como viviendas que conservan el calor, chimeneas, calefacción, ropaje, entre otros. El frío hace que la gente se arrope, agrupe, comparta espacios más pequeños y cerrados evitando la circulación de vientos con aire frío. Esto conlleva a compartir un mismo aire, en consecuencia; si alguien está infectado y no usa protección, la carga de virus o bacterias se acumulará pudiendo provocar la infección de otras personas a través de las micro gotas esparcidas en el aire por la tos y estornudos o los objetos que tocaron las personas infectadas.
Si alguien llega con una infección y está en un ambiente cerrado con poca ventilación, las personas que comparten con él tendrán mayor facilidad de adquirir infecciones que se transmiten por la vía aérea. Imaginemos momentos que han compartido en su vivencia personal: casa, trabajo, centros de estudio, transporte público, lugares de entretenimiento como cines, conciertos, restaurantes, lugares donde recibimos servicios como bancos, hospitales, centros comerciales, entre otros. ¿Cuál es la conducta usual en estos lugares? Seguramente una de las primeras acciones estará dirigida a disminuir el frío y para ello procederán a cerrar puertas y ventanas evitando así la circulación de aire, es decir; harán todo lo contrario para evitar la trasmisión de una infección respiratoria. Mientras más personas estén agrupadas, habrá mayor calidez en el ambiente, pero también facilitará la transmisión de virus y bacterias, las cuales no podrían vivir si hubiera suficiente ventilación.
El Perú es un país diverso donde hay muchos microclimas, zonas con invierno todo el año y con poblaciones que viven en altitudes con frío extremo, pobreza, poca infraestructura en salud y viviendas que no protegen adecuadamente. Es importante saber que enero, febrero y marzo aquí en Lima es verano, mientras que, en Cusco, Puno, Huancavelica y otros lugares ubicados en la sierra, es invierno.
En conclusión, debemos considerar que hay una serie de condiciones que facilitan la transmisión de infecciones y esto hace que las personas sean más susceptibles de adquirir infecciones en invierno.
¿A qué grupos afectan más estas infecciones?
Estas enfermedades atacan a todo aquél que esté susceptible y dependerá de su inmunidad o estado de su salud. Habrá algunos que se infectarán y no desarrollarán enfermedad (pero sí pueden contagiar), otros serán afectados levemente y otros de forma más severa.
Los niños, por ejemplo, tienen dos etapas de vida donde el proceso se comporta diferente. De recién nacidos hasta los dos años, son más vulnerables porque su sistema inmune se está desarrollando y va madurando; a esta edad pueden desarrollar cuadros severos. A partir de los dos años, su sistema inmune ya está desarrollado y cuenta con experiencia, por eso las infecciones suelen ser más leves y menos duraderas.
Los niños menores infectados, se infectan más fácilmente en las guarderías, nidos y son altamente contaminantes, en consecuencia, son facilitadores de la transmisión.
El niño mayor y el adulto joven, igualmente suelen hacer infecciones leves, pero si culturalmente se comportan adecuadamente serán menos contaminantes con pocas probabilidades de contagiar a otros.
El adulto mayor, en virtud a su proceso de envejecimiento, tiene una serie de problemas de desgaste de tejidos, entre ellos el respiratorio disminuye en su capacidad de limpieza de contaminantes y su sistema inmune se va haciendo deficiente. A esto se suma que sus órganos no funcionan adecuadamente, por la edad y por enfermedades adquiridas como diabetes, hipertensión, cáncer, daño pulmonar por contaminación o por ser fumador, etc. Todos estos factores lo hacen más propenso a infectarse, repetir infecciones y hacer otras más severas. En esta edad, las infecciones respiratorias en el friaje o invierno son las principales causas de mortalidad.
La mortalidad por neumonía en niños ocurre en 3 a 5% de los afectados, mientras que, en un adulto mayor, puede ser entre 70 a 80%. Ejemplo de ello lo vemos todos los años por influenza estacional y recientemente por la pandemia de COVID-19.
¿Cómo evitar estas enfermedades?
El sentido común nos dice qué debemos hacer para disminuir la transmisión de estas infecciones. Somos nosotros el vehículo que lo transporta a los demás.
Primero, una persona que está infectada debe evitar transmitir la enfermedad, para ello debería separarse de las personas de alto riesgo para no contaminar el aire y los espacios. Debe evitar subir al transporte público, ir a su centro laboral o de estudios, lugares de esparcimiento, centros comerciales, tampoco visitar familiares en especial a personas enfermas o mayores de edad. Si va a interactuar con alguien, debe usar una mascarilla.
Lo segundo es que, a pesar del frío, el aire de los ambientes cerrados donde la gente se reúne, deben estar bien ventilados.
Tercero, es importante que la gente, sobre todo los que tienen algún tipo de riesgo médico (niños menores, personas con comorbilidades, personas mayores) estén adecuadamente inmunizadas. También deben estar inmunizadas los que cuidan a estas personas o viven con ellas. Hay vacunas para el COVID-19, neumonía e influenza que están disponibles en distintos centros de salud. Hay vacunas estacionales que se ponen una vez al año como la de la influenza, la del COVID-19, cuya información está en construcción en este momento, se está aplicando 2 veces al año.
¿Cómo evito complicarme si ya tengo alguna de estas infecciones?
Idealmente deben mantenerse bajo un cuidado adecuado, acudiendo a un médico que pueda aconsejarlos y ayudarlos en el manejo de las molestias y lo más importante: no automedicarse.
Los niños menores tienen una dimensión especial, la fiebre alta angustia mucho a los papás y eso los motiva a acudir al médico. Es recomendable estar atentos a los signos de alarma como respiración rápida, tendencia a dormir más, inactividad, menor ingesta de alimentos. En estos casos deben consultar con su médico. Los mismos signos de alarma deben tenerse en cuenta para un adulto mayor.
En un adulto joven con comorbilidades, los signos de alarma a considerar son: dolor en el pecho, respiración rápida, falta de aire con actividades cotidianas, tos con flema oscura o con sangre. En estos casos hay que llevarlo de inmediato a un médico.
¿Qué debería hacer para evitar alguna de estas infecciones en invierno?
Evitar estar en sitios muy cerrados sin circulación de aire, sin protección, con aglomeraciones de personas en épocas de invierno, porque esto puede favorecer a una infección. En estos lugares es recomendable estar el menor tiempo posible y usar una barrera de protección como la mascarilla.
Si van a esperar la época del frío para vacunarse será tarde. Deben vacunarse antes.
Una persona enferma debe evitar salir, así reducirá la probabilidad de contagiar que sumado al uso de mascarilla se vuelven en las mejores alternativas de cuidado. Debe guardar abrigo, reposo, tener una alimentación adecuada y estar atenta a cualquier signo de alarma para reaccionar a tiempo.
Es importante no tratar de hacer las cosas por su cuenta, deben consultar a un médico, sólo él podrá orientarla de manera correcta. Es importante tener un doctor que la lleve por buen camino.
Recomendación final de médico:
Estamos atravesando uno de los inviernos más fríos en nuestro territorio, es importante cuidarse. Estas mismas consideraciones deben tenerse en cuenta si planeas viajar a zonas de frío intenso.
En la Clínica Anglo Americana, queremos que vivas de manera saludable y te cuidaremos durante la enfermedad. Si tienes sospecha o presentas síntomas de estas infecciones, ponte en contacto con tu médico y recuerda que la atención oportuna salva vidas.
Este artículo fue escrito el 15 de agosto del 2022
Dr. Echevarría Zárate, Juan Ignacio
Especialista en enfermedades infecciosas y tropicales