Anemia infantil y su impacto en el desarrollo cognitivo: Una mirada a las consecuencias y soluciones
Por Antonio Carrasco, médico hematólogo de la Clínica Anglo Americana
La anemia infantil, una condición caracterizada por la deficiencia de glóbulos rojos o hemoglobina en la sangre, se presenta como un problema de salud pública que afecta a millones de niños en todo el mundo.
Más allá de las consecuencias físicas como la fatiga, la palidez y la debilidad, la anemia infantil tiene un impacto profundo en el desarrollo cognitivo de los niños, especialmente durante los primeros 5 años de vida, cuando el cerebro se encuentra en su etapa de mayor crecimiento y desarrollo.
Las consecuencias de la anemia infantil son complejas y duraderas, incluyendo: dificultades en el aprendizaje, ya que afecta la capacidad del cerebro para procesar información y aprender nuevas habilidades como el lenguaje, la lectura o matemáticas; problemas de memoria y atención, lo que puede dificultar su rendimiento académico, concentración y comportamiento; deficiencias en el desarrollo social y emocional, haciéndolos más propensos a la ansiedad, depresión e irritabilidad.
La detección y el tratamiento precoz son cruciales para prevenir estos efectos negativos a largo plazo. Un diagnóstico temprano permite iniciar un tratamiento oportuno, que puede revertir la anemia y mejorar el desarrollo del niño o niña.
Diversos estudios han confirmado la relación entre la anemia infantil no tratada y el desarrollo cognitivo deficiente. Un ejemplo notable es el estudio realizado en Zanzíbar, Tanzania, en 2001, que encontró que la suplementación con hierro durante 12 meses mejoró significativamente el desarrollo del lenguaje y motor en niños preescolares.
Sin embargo, a pesar de la importancia de la detección y el tratamiento precoz, existen desafíos que obstaculizan la lucha contra la anemia infantil. Una de ellas, es la falta de conocimiento entre los padres y los profesionales, lo que dificulta la detección temprana, por otro lado, la dieta deficiente en hierro, que se da especialmente, durante los primeros años de vida.
La educación nutricional va a ser fundamental para destacar la importancia de una dieta rica en hierro en los niños, además de brindar suplemento de hierro para aquellos que no obtengan lo suficiente de su dieta.
Los padres y cuidadores juegan un papel crucial en la prevención y tratamiento de la anemia infantil. Es importante llevar a los niños a controles periódicos con el pediatra, para detectar y tratar la anemia a tiempo. Asimismo, se debe de estimular el desarrollo cognitivo de los niños desde los primeros meses de vida, ya que es significativo para el desarrollo cerebral.
Resumiendo, la detección y el tratamiento precoz, junto con la educación nutricional y las intervenciones adecuadas, son esenciales para prevenir los efectos negativos a largo plazo de la anemia en el desarrollo cognitivo de la población infantil.
Te Queremos Saludable.
Este artículo fue escrito el 3 junio del 2024.
Dr. Antonio Carrasco Yalán
Especialista en Hematología