Día Mundial de la Lucha Contra el SIDA, una epidemia que nos ha humanizado
Por el Dr. Juan Ignacio Echevarría Zárate.
El día 01 de diciembre de cada año, se hace un alto para conmemorar el día mundial contra el SIDA. Es una fecha muy especial para la humanidad, ya que nos hace recordar una serie de vivencias que han permitido al ser humano aprender, hacer camino, dialogar y hacer suya la causa de otros.
A principio de los 80s, apareció una enfermedad que se asociaba a baja de peso, diarreas, infecciones respiratorias por gérmenes, que se llamaron oportunistas por que causaban inmunosupresión, y a cáncer inusuales como el Sarcoma de Kapossi. El SIDA, apareció en población de varones que tenían relaciones sexuales con personas de su mismo género o con hemofílicos. Se supo que era algo transmitido por la vía sexual, productos sanguíneos o de madre a hijo durante el parto. A pesar de que no se conocía el agente, se pudo dar recomendaciones para evitarlo hasta que se descubrió que el causante era un retrovirus, y con ello surgieron formas de diagnosticar al infectado.
Durante muchos años, no se contó con un tratamiento para las personas infectadas que eran discriminadas, perdían derecho al trabajo y se les restringía el acceso a la salud. Las poblaciones afectadas, sus familias y la sociedad presionaron al sistema de salud hasta que, en 1987, se descubrieron los tratamientos que permitieron controlar la progresión de la enfermedad y permitieron recuperar a las personas afectadas.
El VIH/SIDA se diseminó silenciosamente de países con recursos a países pobres o en desarrollo; migrando de poblaciones de varones que tenían sexo con varones a población heterosexual joven y usuarios de drogas intravenosas. Los líderes mundiales trabajaron para que las poblaciones tuvieran acceso universal al diagnóstico y tratamiento, y para establecer estrategias que permitan disminuir el impacto de esta epidemia. Según la ONUSIDA, 78 millones de personas han contraído SIDA desde su inicio y 35 millones han muerto por enfermedades relacionadas.
Hoy por hoy se sigue trabajando en estrategias para evitar o disminuir la transmisión, tratar tempranamente al infectado y darle una vida sin limitaciones ni enfermedades al paciente. A pesar de que se discuten opciones terapéuticas con la ambición de llegar a la cura no se ha logrado conseguir una vacuna para frenar la epidemia que solo en el 2019 infectó a 1,7 millones personas.
Después de casi 40 años, esta enfermedad ha unido de muchas formas a la humanidad, ha permitido que se invierta en ciencia y tecnología logrando que aproximadamente 26 millones de personas tengan acceso al tratamiento antirretroviral y se obtenga conocimiento que sobre otras enfermedades. Nos ha hecho pensar en el acceso de las poblaciones a la salud y el derecho a una vida saludable. Nos ha hecho solidarios.