Día Mundial de la Obesidad
Escrito por el Dr. Luciano Poggi, especialista en Cirugía General y Laparoscópica.
La obesidad es una enfermedad crónica, multifactorial y recurrente. Desafortunadamente, la pandemia ha puesto en evidencia que es el mayor factor de riesgo para hacer un cuadro severo y/o mortal de COVID-19. Siendo una enfermedad que se asocia directamente con otras de origen metabólico y cardiovascular como la diabetes, hipertensión, o hígado graso entre otras, el obeso vive menos años y tiene una calidad de vida comprometida.
En el pasado, la obesidad no se identificaba como una enfermedad y si en algún caso se la reconocía como una desventaja, se pensaba que era producida por un mal estilo de vida, hábitos nocivos, alimentación copiosa y falta de actividad física.
Se estigmatiza la obesidad, lo que lleva al obeso a sentirse culpable por su falta de voluntad y a aislarse. No le resulta sencillo buscar ayuda profesional y cuando una enfermedad crónica no tiene tratamiento progresa en el tiempo. Resulta contradictorio que muchos pacientes que vemos en consulta, exitosos en distintas áreas de su vida no aciertan a tomar la actitud adecuada para cuidar su salud.
¿Cuándo se empezó a considerar la obesidad como una enfermedad? En los últimos veinte años, lapso en el que distintas asociaciones, agrupaciones científicas y finalmente países dieron un paso adelante en la lucha contra esta enfermedad. En el Perú el sobrepeso y la obesidad afecta a cerca del 60% de la población. Existen más de doscientas causas y factores de riesgo para tener obesidad. Su origen puede ser genético, psicológico, cultural o ambiental. Es necesario saber que no tenemos control sobre algunos de ellos, como es el caso del peso materno al nacer. De padres con obesidad, sus hijos tendrán mayores chances de sufrir la obesidad por igual.
En este proceso de lucha contra la obesidad es que la Federación Mundial de la Obesidad (World Obesity Federation) establece el día 4 de marzo como el día elegido para hacerle frente. La fecha debe recordar que esta enfermedad es considerada la más prevalente en el mundo. Que las personas que sufren de obesidad son usualmente víctimas de señalamiento y se les avergüenza por su exceso de peso.
¿Qué hacer? Incentivar y apoyar a los que sufren esta enfermedad en el proceso de búsqueda de un tratamiento. Precisa dar por descontado que la prevención es parte fundamental del trabajo que hacemos los especialistas en obesidad. La prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes ha aumentado de manera exponencial. Está en riesgo una generación que al llegar a su adultez tendrá una expectativa de vida disminuida comparada a la de sus padres.
La idea es formar parte de una cultura de la salud y tomar buenas decisiones cotidianas para disminuir la incidencia de casos de obesidad. La prevención del sobrepeso debe ser inmediata y no retrasar su tratamiento. Importa crear hábitos de buena alimentación, deporte, autocuidado y amor con nuestro cuerpo.