Premio nobel de medicina y fisiología: Descubrimiento del virus de la hepatitis C
Por el Dr. Martín Tagle.
Los virus de la hepatitis A y B habían sido descubiertos en los años 60, y se sabía que el primero era transmitido por agua y alimentos contaminados, y el segundo por vía sexual, transfusiones, parto de madre infectada a bebé o inyección de drogas endovenosas, principalmente. Hasta el año 1989, veíamos casos de personas que habiendo sido sometidas a alguna transfusión sanguínea o que usaban drogas endovenosas (para citar las dos fuentes mas comunes de transmisión) desarrollaban semanas después un cuadro de color amarillo en los ojos y piel (ictericia), y otros que silenciosamente se agravaban e iban hacia una cirrosis hepática o un cáncer.
El Profesor Harvey Alter del Instituto Nacional de Salud de EEUU (NIH) fue el primero en notar que este era un fenómeno infeccioso, ya que, al inyectarle sangre de estos pacientes a chimpancés, éstos desarrollaban la enfermedad, llamándosele «hepatitis no A, no B». El misterio fue develado cuando el Profesor Michael Houghton del laboratorio Chiron, logró aislar al virus en 1989, llamándole entonces Virus de la Hepatitis C (VHC). Posteriormente en 1997, el profesor Charles Rice de la Universidad de Washington en Saint Louis inyectó el mismo virus en hígados de chimpancés reproduciendo el cuadro de hepatitis.
Los profesores Alter, Houghton y Rice acaban de recibir el Premio Nobel de Medicina el día de hoy, lo cual alegra mucho a los que tratamos a estos pacientes desde hace muchos años. Un merecido premio al esfuerzo, a la dedicación y talento de estos brillantes científicos.
La hepatitis C afecta a más de 75 millones de personas en el mundo, se transmite por vía sanguínea (uso de drogas, transfusiones, tatuajes, procedimientos invasivos, piercing, etc) y es la primera causa de cirrosis en los EEUU que van a trasplante hepático y es una de las causas mas comunes de cáncer hepático. Luego de muchos años de ardua investigación, hoy se dispone de tratamientos antivirales muy eficaces que logran eliminar el virus por completo en más de 98% de los pacientes. Aun es un reto obtener dichos medicamentos para la mayoría de las personas infectadas por su (aún) alto costo. Es decir, podemos curar individuos pero lograr eliminar al virus de la tierra es una tarea gigante, habiendo propuesto la OMS eliminar tanto el virus B como el C para el 2030.