El Hígado Graso y su Impacto en la Salud
El Dr. Günther Poppele, especialista en gastroenterología de la Clínica Anglo Americana, ofrece una visión completa sobre el hígado graso, una afección que puede tener un impacto considerable en la salud hepática y general del paciente.
Descripción de la Enfermedad
El término “hígado graso” sigue siendo ampliamente reconocido, aunque la nomenclatura más precisa es “enfermedad hepática grasa asociada a la disfunción metabólica” (MAFLD). Esta condición se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado en presencia de alteraciones metabólicas como obesidad, resistencia a la insulina, diabetes y/o dislipidemia. A menudo asintomática, el hígado graso puede progresar a formas más severas, como inflamación y fibrosis, e incluso llegar a la cirrosis hepática en algunos pacientes.
Factores de Riesgo
Los principales factores de riesgo asociados al hígado graso incluyen obesidad, diabetes, hipertensión arterial y dislipidemia. En personas con sobrepeso, el término “esteatosis hepática con disfunción metabólica” (MAFLD) refleja más adecuadamente la conexión con problemas metabólicos, dado que la prevalencia de esta condición es alta en estos grupos.
Síntomas y Diagnóstico
El hígado graso generalmente no presenta síntomas evidentes, y su diagnóstico suele ser incidental, realizado mediante una ecografía abdominal en pacientes con obesidad, diabetes o alteraciones en los niveles de enzimas hepáticas. Aquellos que desarrollan inflamación (NASH) o cirrosis pueden experimentar síntomas como fatiga crónica y complicaciones asociadas.
Existe una estrecha relación entre el hígado graso y los trastornos metabólicos. Se estima que entre el 60 y el 90% de los pacientes obesos (IMC > 30) también padecen hígado graso, subrayando la importancia de abordar esta condición como parte del manejo integral de problemas metabólicos.
Tratamiento en la Clínica Anglo Americana
En la Clínica Anglo Americana, el enfoque hacia el hígado graso es integral y personalizado. Aunque no existe un tratamiento específico, el manejo se basa en cambios en el estilo de vida, como la dieta y la pérdida de peso. Para aquellos que no logran estos cambios por sí mismos, se pueden utilizar medicamentos que promuevan la pérdida de peso. La vitamina E puede ser beneficiosa para algunos pacientes sin diabetes. Es esencial también tratar otras condiciones asociadas, como la hipertensión y la diabetes.
Para casos avanzados, como NASH con fibrosis o cirrosis, la clínica emplea elastografía transitoria, una tecnología no invasiva que evalúa la severidad de la fibrosis hepática y evita la necesidad de biopsias en la mayoría de los casos. En situaciones excepcionales, las biopsias hepáticas se realizan de manera ambulatoria y guiada por ecoendoscopia.
Recuperación y Pronóstico
El hígado graso es potencialmente reversible con una dieta adecuada. El pronóstico varía según la presencia de fibrosis o cirrosis y las comorbilidades asociadas, como la obesidad y la diabetes. Un manejo adecuado puede mejorar significativamente la salud hepática y reducir el riesgo de complicaciones graves.
Prevención
La prevención del hígado graso se basa en un estilo de vida saludable, que incluye una dieta baja en harinas refinadas, azúcares y alcohol, junto con la práctica regular de ejercicio. La educación del paciente es fundamental para entender que la prevención y manejo del hígado graso no se logran con pastillas, sino con cambios en los hábitos de vida.
El hígado graso es una condición prevalente con implicaciones serias para la salud. Con un enfoque integral y el uso de tecnologías avanzadas, la Clínica Anglo Americana está comprometida con la detección temprana y el manejo efectivo de esta enfermedad, ofreciendo a los pacientes la mejor atención posible para mejorar su calidad de vida.
Te Queremos Saludable.
Este artículo fue escrito el 27 de agosto del 2024.
Dr. Günther Poppele
Especialista en Gastroenterología