Virus del Papiloma Humano: métodos de detección
Escrito por la Dra. Beatriz Chung (CMP 26517), especialista en ginecología y obstetricia, y por el Dr. Gino Venegas (CMP 37457), especialista en ginecología oncológica.
Los Virus de Papiloma Humano (VPH) son de transmisión sexual, comunes entre hombres y mujeres, que pueden ocasionar cáncer de cuello uterino o cervical y verrugas en la vagina, vulva, ano, pene, boca y garganta. La mayoría de los portantes de VPH son asintomáticos, pero pueden contagiarlo.
Se estima que la prevalencia de infección de VPH en el Perú es de 15% en mujeres mayores de 30 años, siendo mucho más alta en la amazonia. Además, el cáncer de
cuello uterino es la segunda causa de mortalidad por cáncer femenino en el país, representando un problema de salud pública. Por ello, es muy importante la prevención primaria con la vacunación contra el VPH, tanto hombres como mujeres entre los 11 y 46 años, y la detección temprana a través de pruebas de tamizaje con mayor sensibilidad realizadas en los controles de salud periódicos.
Para la detección temprana del cáncer cervical se puede realizar la prueba de Papanicolaou, que consiste en la recolección de células del cuello uterino con un cepillo y analizadas para detectar células pre malignas. Sin embargo, este examen tiene un porcentaje de sensibilidad entre 22-50% por lo que se recomienda realizar la prueba molecular de VPH. Si esta es positiva, se procede a realizar una colposcopía para diagnosticar el tipo de lesión que se presenta, como verruga genital, inflamaciones o cambios precancerosos en los tejidos del útero, vulva o vagina.
Pruebas moleculares de detección de VPH:
La edad para comenzar a realizar esta prueba es a partir de los 25 años.
El procedimiento, similar al Papanicolaou, consiste en el análisis microscópico de células extraídas del cuello uterino, permitiendo identificar si la muestra contiene material genético de los tipos de VPH que causan cáncer.
En el caso de ser negativa está prueba se repetirá en 3 años.
De ser positiva, sin lesión cervical, la prueba se repetirá al año.
Las pacientes positivas y con lesión cervical, deben ser tratadas según el grado de lesión encontrado.
En caso el especialista lo crea conveniente, se deberá realizar una Colposcopía.
Colposcopía:
Es un procedimiento indoloro que permite detectar el cáncer de cuello uterino o cervical a través de imágenes aumentadas del útero, vagina y vulva. Durante este proceso, el especialista utiliza un instrumento especial llamado colposcopio.
Procedimiento:
Acostarse boca arriba en una camilla, con los pies apoyados sobre estribos.
Luego, se inserta un espéculo en la vagina para separar las paredes y poder trabajar en el área.
El especialista limpia delicadamente el cuello uterino con una solución similar al vinagre o yodo para detectar células anormales.
Seguido, se coloca el colposcopio cerca de la vagina para observar la reacción. Si alguna parte del tejido tiene aspecto anormal, se procede a realizar una biopsia extrayendo pequeñas muestras.
Biopsia cervical: Causará un malestar leve, aunque por lo general no es doloroso; podrías sentir un poco de presión o dolor tipo cólico.
Biopsia vaginal: Puede provocar dolor, por lo que el médico puede administrar un anestésico local para insensibilizar la zona.
La duración del examen dependerá de cada caso.
Posterior a la toma de muestra, no tendrás ningún tipo de limitación en tus actividades cotidianas. Podrías presentar un poco de dolor vaginal y sangrado leve.
Se debe evitar el uso de tampones, lavados vaginales y tener relaciones sexuales vaginales durante una semana después de realizado el procedimiento, o el tiempo que te indiqué el especialista.
Para la realización de ambos exámenes se debe tener en cuenta los siguientes puntos:
No encontrarse en el periodo de menstruación.
No tener relaciones sexuales dos días previos al chequeo médico.
No utilizar medicamentos vaginales ni tampones hasta por 48 horas previas al examen.